La velocidad con la que va el mundo nos hace actuar en ocasiones como seres mecánicos y programados, a tal punto que cuando nos levantamos en la mañana, nuestra mente nos envía la información de todas las funciones, acciones, recorridos, labores y actividades que debemos cumplir a contrarreloj. Cuando cae la noche y regresamos a nuestra cama, nos sentimos conformes o frustrados porque logramos cumplir en su totalidad con el horario asignado. Día a día hacemos lo mismo, olvidándonos de algo muy importante: la oración en pareja.
La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por ello cuando oramos, y más aún cuando lo hacemos en pareja, nuestra unión matrimonial se fortalece y nuestra fe se acrecienta cuando tienes al Todopoderoso como centro de tu vida y le expresas tus alegrías, tristezas, triunfos, fracasos, ideales y realidades.
Mi esposa yo así lo entendemos. Por ello, tomamos el compromiso de que antes de ir a la cama a descansar, destinamos un tiempo para orar. A veces el cansancio de la jornada del día, nos invita a no hacerlo, pero la disponibilidad en pareja nos ha permitido que uno de los dos pueda encargarse en dirigir la oración mientras que el otro lo acompaña desde el silencio. A continuación les compartiremos los diez pasos que hacemos para orar en pareja; tan solo tardará algunos minutos:
1. Establecer una hora para orar juntos.
2. Asignar quién dirige la oración.
3. Tomarse de las manos para orar.
4. Comenzar la oración dándole gracias a Dios.
5. Pedir perdón.
6. Comprometerse a cambiar los errores.
7. Pedir por aquello que más estén necesitando.
8. Afirmar que lo pedido se cumplirá.
9. Expresar a Dios cuánto lo aman.
10. Finalizar la oración con un abrazo.
Quisiéramos a manera de reflexión dejar la siguiente pregunta para que nos compartan sus respuestas o comentarios: ¿acostumbra a orar en pareja?
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