Hay
muchos factores que pueden dañar un matrimonio: el estrés financiero, la
infidelidad, las adiciones… Recuperarse de todo esto implica una considerable
cantidad de tiempo y de esfuerzo de ambas partes. Pero hay una cosa que puede
cambiar la calidad de un matrimonio casi al instante: qué palabras usas al
hablar con tu cónyuge?. Si deseas evitar discusiones, haz un esfuerzo
consciente de omitir ciertas frases… Hay frases de las que nos arrepentiremos
siempre de haberlas dicho. Entre otras, éstas:
-
‘Siempre’. ‘Nunca’.
Es una acusación muy seria para el amor de tu vida un “nunca me escuchas” o
“Siempre llegas tarde del trabajo” porque, en primer lugar, no es
cierto. Además, la mayoría de las veces este comentario nace del enojo del
momento. Una mejor manera de expresar tus sentimientos es tomar un gran suspiro
y decir “a veces siento que no me escuchas y / o me entiendes?.Podemos hablar
por algunos minutos?. Lo que quiero decir es realmente importante para
mí. Tal vez podamos planear maneras en las que podemos tener un poco más
de tiempo de calidad en familia”.
-
‘Engordaste?. T e veo más cachetona y la ropa ya no te queda igual que antes’.
Esto
es básicamente decir que tu pareja se ve mal e implica insatisfacción con su
cuerpo. Nunca digas algo negativo sobre el cuerpo de tu pareja. Algo que ayuda
a los esposos es mantenerse como eternos enamorados; ver a la esposa como una
eterna novia.
-
‘Si de verdad me quieres, harías…’.
Es una frase frecuente entre enamorados… Normalmente, la emplea él para sugerir
una relación sexual. En el caso de una pareja se está insinuando que tu cónyuge
es egoísta. En realidad, es lo opuesto; la persona que está haciendo esta
solicitud está siendo egoísta al no considerar los sentimientos de su pareja.
Has pensado que lo que estás pidiendo es algo que incomoda a tu pareja?. Qué
tal si lo que estás pidiendo no entra dentro de su presupuesto?. Cuando se
trata de las decisiones importantes que afectarán a ambas partes,
es mejor si sé deciden en común acuerdo y no exigir en nombre del amor.
-
‘Ojalá te fueras y no estuvieras aquí’.
Muchos han pecado con esta frase. Tuvieron un fin de semana (o noche, o
vacaciones juntos) que no salió como se esperaba, y sientes que distanciarse
entre ustedes es la solución. En ciertos casos tomar un respiro y un poco de
tiempo para calmar los ánimos y despejar la mente es una buena medida, incluso
saludable. Pero decirle a tu pareja que te gustaría que se fuera a otro lugar,
o que no quieres estar cerca de él, le hace daño y lo devalúa como tu
pareja y padre de tus hijos. Por qué no decir más bien ‘lamento que hemos
tenido un par de días juntos difíciles. Tal vez podamos empezar de nuevo
mañana’
-
‘El esposo de mi amiga siempre… y tú no…’.
Hacer comparaciones es odioso; causa resentimientos de insuficiencia.
Recuerda siempre la frase ‘escoge a tu pareja y ama tu elección’. Esto no
significa que tengas que soportar todos sus malos hábitos, pero recuerda que la
manera en la que te diriges a tu pareja le hace sentir seguro emocionalmente y
que tan valorado es en la relación. No es conveniente hacer comparaciones
porque cada persona es diferente de la otra: una tendrá unas cualidades, la
otra, otras; cada uno tiene sus defectos como los puede tener también el otro.
Éstas son solo unas de esas frases inoportunas, imprudentes, que pronunciamos
en un momento de cólera, de disgusto; si por caso las empleamos alguna vez,
será el momento de pedir una excusa, perdón. F. Burton Howard decía
del matrimonio: ‘si quieres que algo dure para siempre, cuídalo como un
tesoro’. Ricardo Búlmez añade: cuida no lo que es seguro, tu familia por
ejemplo; cuida lo que es inseguro, la pareja, ciertamente. Y lo explica así:
has oído decir a alguien ‘allí va tu ex-padre, o tu ex-hijo?. No. Pero si has
oído decir ‘ahí va tu ex-esposa, o tu ex-esposo’. Por tanto, lo más inseguro es
tu pareja. Cuídala como a unan flor.
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