jueves, 7 de febrero de 2013

La piedra angular

En este mes de marzo celebramos en nuestra familia la puesta de la primera piedra sobre la cual se está construyendo nuestro camino a la vida eterna, es decir, celebramos nuestro Aniversario de bodas.  Fue precisamente ese momento el comienzo y no el final de la historia como nos acostumbraron a ver en los cuentos de Hadas.

Es nuestro matrimonio el fundamento de la familia que construimos y precisamente el día de nuestra unión manifestamos el contenido de nuestro acuerdo de amarnos libremente, fielmente, totalmente y de recibir con gozo el hijo que nos fue permitido tener. De manera, es el matrimonio el verdadero fundamento de nuestra familia. No podemos ser los padres que deseamos ser, ni los padres que nuestros hijos sueñan tener si no estamos poniendo nuestro esfuerzo en ser los esposos que debemos  y que nos hemos comprometido ser.

Estamos convencidos que no hay familia que pueda dar los frutos de unión para la solidez de la sociedad en la cual vivimos si ella no ha nacido de una unión matrimonial sana, sólida y real. No pretendemos descalificar aquellas familias que han salido adelante procedentes de un matrimonio roto o no existente. Dios todo misericordioso valora divinamente el esfuerzo de madres o padres solteros abandonados, muchos optando por la vida que se iniciaba en sus vientres en lugar de una decisión destructiva sobre la persona engendrada, pero esta su favor y su gracia. Pero si queremos resaltar la importancia de seguir la voluntad de Dios desde el principio de toda relación de pareja.

Nosotros damos gracias infinitas a Dios por un año nuevo de feliz unión sacramental y pedimos por todos aquellos que han recibido la misma gracia para que valoren el regalo del matrimonio y lo utilicen sabiamente para dar paso a familias felices y sanas que formen una sociedad igualmente sana.

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