miércoles, 16 de octubre de 2013

Oh Dios, te doy gracias porque… ¿no soy como los demás?

Hay una parábola entre un fariseo que oraba en el templo enalteciéndose de las cosas que él no hacía y los demás sí porque se creía puro, y un publicano que de manera arrepentida y humillada pedía perdón por sus errores. Jesús concluye con la siguiente frase: “Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido" (Leer Lucas 18, 9-14).

Podríamos utilizar las dos figuras nombradas anteriormente (fariseo y publicano) para referirnos a dos clases de personas que tal vez nosotros conocemos o hemos visto en nuestras parroquias, ministerios, familias o amigos. Dos perfiles que deberíamos identificar para hacer nuestro examen de conciencia.

El fariseo puede ser aquella persona que se cree mejor que los demás porque: es legal o ciudadano y los demás no; tiene dinero y trabajo y los demás no; su color de piel y de ojos hacen que sea “puro” y los demás no; siempre habla de sus cualidades porque los demás no tienen; es el más importante del grupo o de la familia porque los demás no; siempre es él primero y los demás son después; siempre da gracias a Dios porque no es como los demás.

El publicano puede ser aquella persona que no se cree mejor que los demás porque: siendo legal o ciudadano le tiende la mano al hermano indocumentado; teniendo dinero y trabajo se preocupa por los necesitados; es solidario en su contribución económica o personal; no le importa el color de piel o de ojos para hacer amigos; teniendo cualidades reconoce sus faltas y el talento de los demás; cree que en la familia, en el ministerio o en el trabajo todos son importantes; se hace de último dando su lugar a los demás; junto a la oración de acción de gracias pide perdón porque sabe que es como los demás.

El fariseo y el publicano son dos perfiles que debemos tener en cuenta en nuestro examen de conciencia para evaluar actitudes y comportamientos en sociedad. Dos maneras de ser en el camino de la vida, ya que puede crear obstáculos en el proceso comunitario o caminos fraternos de amistad con el otro.

Recuerda: cuando te des golpes de pecho, ojalá que sea por las cosas que no has hecho con tu hermano, no por las cosas que tu hermano no ha hecho.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario