miércoles, 13 de noviembre de 2013

Dichosos los…

El Evangelio de Mateo nos trae como reflexión las bienaventuranzas que Jesús enseñó a la gente que lo acompañaba de camino al monte, lugar predilecto por el maestro para orar. En este sermón, Jesús utiliza una palabra clave en cada frase que repite: “dichosos” o en algunas traducciones bíblicas “bienaventurados”; palabra que enmarca la verdadera felicidad que el hombre debe vivir o buscar (ver Mateo 5, 3-12).

Para el Maestro, dichoso es aquella persona que sufre cualquier adversidad que la vida misma le ha proporcionado  (pobreza, sufrimiento, hambre, persecución o insulto) o realiza cualquier acción que beneficia a los demás (misericordia, paz, justicia o amor). Lo común de esta dicha o bienaventuranza es que el Reino de Dios es la recompensa que disfrutaremos si con paciencia soportamos los problemas o con liderazgo nos comprometemos por el hermano.

Preguntémonos: ¿soy dichoso con mi vida, a pesar de mis errores?, ¿soy dichoso a pesar de las dificultades que estoy pasando (desempleo, status migratorio) y no me dejan avanzar?, ¿soy dichoso ayudando a los demás?, ¿soy dichoso con mi familia, a pesar de la distancia o los disgustos que a veces se presentan?, ¿soy dichoso con lo que soy?

Jesús nos invita a través del este “Sermón del Monte” a ser dichosos con lo que tenemos o somos, a ser dichosos con lo poco o mucho que hay en nuestra casa, a ser dichosos por la familia que tengo, así hayan problemas o disgustos; ser dichosos con las buenas obras que realizo en favor de la comunidad, así sea poco o mucho; a ser dichoso por lo que somos, por la raza que nos tocó, por el idioma, por nuestro origen, por nuestra cultura.  Ser dichosos, es la cuota inicial para que usted garantice el Reino de los cielos; las demás cuotas usted las pagará amando lo que tiene, luchando para ser mejor persona y siendo solidario con el otro.

Recuerde que la vida es la gran bienaventuranza que cada uno de nosotros tiene. En nuestras manos está la misión de hacer que cada mañana al despertarnos hagamos de ese día el mejor de los días aceptando las dificultades (diferente a ser conformistas) y obrando en pro del hermano.

Para finalizar, te invitamos a que hagas una lista de respuestas con la siguiente pregunta: ¿Por qué soy dichoso o bienaventurado?

1 comentario:

  1. . COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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