martes, 1 de enero de 2013

¿Qué hace a una familia Sagrada?

Como familia, nos dedicamos a Dios sirviendo en el culto religioso. Ya por ese sólo detalle nos podemos considerar una familia sagrada porque tenemos una consagración o dedicación al culto religioso inspirados y motivados por la comunión continua con nuestro Señor Jesucristo día a día. Sin embargo, ahora que comenzamos el año nuevo nos proponemos dar más pasos adelante para lograr mantener la sacralidad de nuestra familia, como la de Nazaret mantiene luego de dos mil años, una familia digna de respeto que no pudo ser profanada, dañada o  puesta en duda en su relación con la divinidad. La propuesta va en el orden de aumentar nuestra oración y aumentar nuestra acción al servicio de los más necesitados.

Defender nuestra sacralidad significa mantener una posición recta y clara ante el relativismo al que nos enfrentamos día a día, y respetar y mantener el lugar de Dios encabezando nuestra lista de prioridades, orando juntos continuamente, recibiendo los Sacramentos regularmente, no distraernos con otras voces que nos hablan de modernismo poniendo a Dios de lado.

Fortalecidos cada día más, podremos entonces mostrarnos a otras familias que no encuentran su lugar en nuestra sociedad y nuestra Iglesia, corriendo el riesgo de desvanecerse por no conocer la sacralidad a la cual nos invita el Señor.

Propongamos para este nuevo año ser como la Familia Sagrada de Nazaret, unidos en la persecución, en la pobreza, participantes de las fiestas y tradiciones de su fe y cultura.  La lista de propuestas debe ser revisada cada 2 ó 3 meses para estar seguros que no se nos olvida nuestra misión como familias nuevas nacidas espiritualmente de la Familias de Nazaret.

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