miércoles, 19 de junio de 2013

La vida es un ratico

Una de las canciones que interpreta el cantautor colombiano Juanes dice: “No dejemos que se nos acabe que, la vida es un ratico, un ratico nada más”. No sabemos qué tan cierto pueda ser el estribillo de esta canción, pero vale la pena analizar cómo la juventud lleva su vida.

La sociedad en la cual vivimos nos invita a no pensar en nuestras acciones inmediatas y pareciera que el que piensa pierde, puesto que todo pasa tan rápido que algunos actúan por instinto (característica de los animales), otros por intuición o sentido común y unos muy pocos con la razón y el corazón.

La vida es un ratico en la medida que tú la destruyas con actos que acaben con ella. La droga, el licor, las dietas excesivas, el sedentarismo y otras grandes amenazas están haciendo que la vida promedio del joven sea de 21 años, a tal punto que hoy encontremos en nuestras calles o parques jóvenes destruidos, depresivos y sin ilusiones.

La vida puede ser un rato largo en la medida que tú escuches la voz de la razón y del corazón actuando en pro de tu vida.

Una manera en la que los padres pueden ayudar a sus hijos es invitándolos a que cuiden su cuerpo de las drogas, concientizándolos a llevar una buena alimentación (inscribirlos en el gimnasio o haciendo ejercicio con ellos), apoyándolos para que se sacrifiquen para alcanzar sus metas, integrándolos en grupos sociales o parroquiales en beneficio de la comunidad y dialogando con ellos, volverse amigo de ellos, integrándolos en los proyectos familiares y recordándoles cuánto se los ama.

Joven, son muchas las cosas que puedes hacer en tu vida. Es tu decisión hacer que la vida sea corta o larga. Recuerda que Dios te ha dado la libertad para ello. ¡No la desperdicies, aprovéchala al máximo!

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