Lo interesante de este día para los que nacimos en otros países es lo que deberíamos aprender de los anglo-americanos en torno al patriotismo y sentimiento con el que escuchan o entonan su Himno Nacional. Vale la pena que diéramos un vistazo en la noche de las luces y juegos a cómo abuelos y padres transmiten a sus hijos el respeto y sentimiento con el que deben interpretar su Himno, a tal punto que muchas familias dedican varios minutos a explicar a sus niños el significado y valor de la palabra Independencia. Un ejemplo interesante de imitar ya que muchos de nosotros pensamos que la fiesta de la independencia es sinónimo de bailes, festividades, comida, música y llevar la bandera estampada en el carro o en la playera.
Entendamos que independencia es el acto que tienen todos los pueblos, comunidades, grupos sociales y emigrantes de exigir derechos pero al mismo tiempo de cumplir con los deberes. Es la línea divisoria entre mi libertad y la privacidad del otro. Es el acto por el cual se recuerda la historia de aquellos que hace muchos años lucharon por sus derechos; el acto de patriotismo por lo que somos, de recordar de dónde venimos y de enseñanza para que nuestros hijos entiendan y celebren este magno evento en los años venideros.
La independencia de los Estados Unidos que celebraremos mañana (así seamos extranjeros) debe llevarnos a reflexionar el significado que le hemos dado y transmitido a nuestros hijos. Sería interesante que evaluáramos nuestra vida para saber si somos independientes de los malos comentarios, adicciones y vicios que el mundo nos ofrece o, al contrario, si somos dependientes del qué dirán, de la moda, de lo que está haciendo o comprando mi vecino para también hacer lo mismo.
Feliz 4 de julio. Dios bendiga a toda América, desde el norte hasta el sur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario