miércoles, 17 de junio de 2015

En la vida de pareja debe ser mas importante el "nosotros"

En otro tiempo era frecuente aludir a la rivalidad de los sexos por razón del ‘machismo’ que se impuso por siglos, como si Dios hubiera creado al varón para mandar y a la mujer para someterse. Esta mentalidad está perdiendo fuerza en virtud de la igualdad de derechos y deberes entre varón y mujer, y en razón de que diferencia no debe significar desigualdad.

La rivalidad o competencia ente esposos es más nociva que sana; el espíritu competitivo de uno o de ambos cónyuges puede resultar estimulante para ayudar a superar dificultades, pero si no se cae en el mito de la victoria individual. Hoy, todos queremos triunfar en la vida, pero debemos hacernos esta pregunta: ‘triunfar sobre …’?, o ‘triunfar con…’?. Cuando se pretende ‘triunfar sobre’, aparece un vencedor y uno que es vencido. Cuando intentamos ‘triunfar con’, que es lo más humano, el vencedor es un equipo, una empresa, una pareja humana, una familia.

Uno de los aspectos que mayor solidez da a la relación de pareja está asociado con valores como trabajar en equipo, el apoyo mutuo, la admiración del otro, y esto tiene que ver más con la cooperación, la colaboración, la solidaridad, que con la competencia. Muchos estudios hechos con parejas muestran que la sensación de tener objetivos comunes, complementarse y hacer esfuerzos entre dos, aporta a la relación no solo más bienestar, sino también más felicidad, que aquellos logros que se ven como una victoria individual y no compartida.

Desde comienzos del siglo XX los filósofos del lenguaje iniciaron el descubrimiento del ‘nosotros’ como la síntesis del encuentro del Yo con el Tú. Decimos descubrimiento, porque este elemento del ‘nosotros’ ya estaba insinuado desde la creación del primer hombre y de la primera mujer: “dejará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y se harán los dos una sola carne” (Génesis 2,24). Este ‘nosotros’ es lo que hoy llamamos ‘conciencia de ser una sola carne’, es decir, una única ‘persona conyugal’, como afirmaba el Papa San Juan Pablo II.

La construcción del ‘nosotros‘ de pareja exige tiempo, vivir un proceso de integración progresiva; lo indican los tres verbos en futuro del Génesis (dejará…, se unirá…, se harán los dos una sola carne…). San Juan Pablo II apuntó en esta dirección cuando en la Familiaris consortio afirmó: “conviene tener presente que en la intimidad conyugal están implicadas las voluntades de dos personas, llamadas, sin embargo a una armonía de mentalidad y de comportamiento; esto exige no poca paciencia, simpatía y tiempo” (34).

Cómo lograr aquel ‘triunfar con’ en la vida de pareja?. Emprendiendo juntos proyectos que fomenten compañerismo y reciprocidad, realizando una reflexión constante para identificar actitudes competitivas propias, evaluando qué hay detrás de una actitud competitiva, valorando otros aspectos como la estabilidad emocional, el apoyo o la guía que da la pareja, hablando con el cónyuge sobre las expectativas frente a lo que aporta cada uno a la relación, poniendo en claro las prioridades profesionales y laborales de cada uno, fomentando el liderazgo en la relación, lo que no implica ver al otro como un rival que hay que superar, etc.


‘Triunfar con’ debe ser el gran empeño de la pareja de esposos y de padres de familia; lo  contrario es intento de dominio de subordinación, de cosificación del otro.

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