miércoles, 10 de junio de 2015

Acompañamiento Pastoral a las Parejas

“Acompañamiento pastoral es un concepto de reciente aparición dentro del Magisterio de la iglesia católica; aparece en el Documento de Aparecida, de la V. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Año 2.007) más de 35 veces; esto revela la importancia de esta nueva categoría; el Papa Francisco le ha dado un gran relieve en sus discursos y homilías; un espacio especial le dio en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (nn. 169-173).

Esta nueva categoría en el campo de la pastoral cristiana obedece al cambio de mentalidad en nuestro tiempo: de una época en que prevaleció un cierto ‘automatismo’, parecía que las cosas se obraban en virtud de la magia, estamos pasando a una nueva etapa en que se da relieve al ‘proceso pedagógico’; a este cambio de mentalidad contribuyó de modo particular la propuesta del ‘principio de gradualidad’ que sugirió el Sínodo de Obispos (1.980).

En qué consiste este ‘acompañamiento pastoral’?. En términos sencillos, es “un caminar con…”. Es el caminar de dos personas juntas: una que ofrece su servicio de guía, de apoyo, y otra que solicita o necesita de compañía en un momento determinado. Tratándose del ‘acompañamiento pastoral’ a las parejas de esposos o padres de familia, consiste en caminar junto a las parejas en dificultad, en crisis o en situación irregular.

No es una tarea fácil ésta de ofrecer acompañamiento pastoral… A veces, la persona necesitada de este servicio del acompañamiento lo rechaza argumentando que es ‘su problema personal’ y se cierra en el mutismo, en la soledad. No es un problema personal (la ruptura del vínculo, el disgusto, la ofensa al otro, etc.); los problemas conyugales afectan a más de una persona: a ambos contrayentes, a los hijos, a los parientes y amigos, que sufren y se preocupan por una tal situación de conflicto. Qué hacer entonces?.

Se hace necesaria una mediación en la que se integren la oferta y la acogida, la escucha y la comprensión, la disponibilidad del acompañante y la del acompañado. El acompañamiento conlleva un proceso de diálogo, un proceso que exige tiempo y paciencia, a veces un caminar lento pero continuo. Edoardo Algeri, teólogo italiano, propone tres pasos a seguir: 1. Paso del disgusto y de la falta de confianza a la escucha confiada y paciente; 2. Abrir el camino hacia la fe para no quedarse aferrado a la doctrina, sino reelaborar lo vivido y recuperar el aprecio, para abrir la puerta al perdón; 3. Se recomienda que este proceso sea experimentado en comunidad, con el apoyo de la comunidad cristiana (oración, comprensión, ayuda) para hacer la búsqueda sincera de la verdad acerca del conflicto conyugal.

En nuestra experiencia de animadores de la pastoral hemos comprendido que el acompañamiento pastoral de las parejas pide una gran comprensión del conflicto, conocimiento del temperamento-carácter de las personas implicadas en el problema, mucha delicadeza en el trato de las personas en conflicto, táctica en la búsqueda de posibles soluciones que empeñen a ambos miembros de la pareja, abrir un compás de espera paciente para dar tiempo a las reacciones favorables y una gran dosis de benignidad para no recurrir al autoritarismo, o a la aceleración del proceso o a la renuncia a caminar…


Hay muchos aspectos a tener presentes en el acompañamiento pastoral de las parejas: la dimensión psicológica de las personas, el aspecto jurídico del problema, la parte económica, el mantenimiento del diálogo sincero y paciente, el tiempo que demande el proceso, etc. Ante la frecuencia de los conflictos conyugales y familiares y ante la importancia que se reconoce hoy al acompañamiento pastoral, se hace necesaria la capacitación de las personas que quieran prestar este servicio tan humano, tan cristiano, tan necesario.

Para más informacion visite: http://www.iglesiasdomesticas.com/ 

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