Agradecimiento en acción

“¿Qué se dice?” es la frase más repetida por lo padres cuando enseñamos a nuestros niños a interactuar socialmente y que nos da satisfacción cuando genera la tan esperada respuesta “Gracias”.  De igual manera, nosotros fuimos instruidos por nuestros padres y así por varias generaciones.  Esta es una buena práctica porque nos hace reaccionar cuando alguien nos da algo directamente, sin embargo, el ejercicio del agradecimiento debe ir mas allá de cuando recibimos algo visiblemente en la mano. Son muchas las cosas que nos rodean que nos han sido otorgadas nuevamente cada día: la luz y el calor del sol, el agua, las plantas y el oxígeno, microorganismos que no vemos pero que existen y nos dan sostén de vida. Reflexionar sobre estas realidades alegra nuestras vidas y nos induce a hacer el bien.  Un corazón agradecido hace cantar, bailar, brindar ayuda a otros, regresar a casa y decir lo “que se dice: gracias”.  Recordemos el pasaje de San Lucas 17, 15-16 cuando uno de 10 leprosos sanados regresa a dar gracias a Jesús por su curación.

Nuestras familias se reúnen y se ponen de acuerdo en este mes de Noviembre como todos los años para celebrar juntos en torno a la mesa y dar gracias a Dios como lo hicieron en otrora los pobladores de estas tierras venidos de lejos junto a los nativos de estas tierras. Hagamos de esta fiesta de acción de gracias una práctica mas frecuente asistiendo como familia a celebrar el gran banquete de Acción de Gracias… la Eucaristía.